También fue destacable la labor del bajo-barítono Guillem Batllori, que cantó con buena técnica los papeles de Judas, Pilatos y tuvo alguna otra buena intervención, como en el aria Gerne will ich mich bequemen, en diálogo con los violines del segundo coro y el continuo.
Una muy grata impresión dejó el barítono Guillem Batllori quien con una voz de atrayente timbre no paso nada desapercibido como Judas y Pilatos.
Crítica en el Auditorio Nacional