“Oliver Diaz al frente de la ORCAM presumió de colores y de gestión de balances, algo fundamental en la música de Sorozábal.”
“En el foso del Teatro de la Zarzuela se encontraba un músico de la talla de Óliver Díaz, que fue capaz de firmar una magnífica labor (…) En el acto segundo, impecable fue el acompañamiento a la sucesión de romanzas, así como la progresión dramática de toda la parte final”